El terrible accidente que arrebató la vida a Ronnie marcó para siempre a sus seres más queridos: su novia Melissa, sus padres y su hermano Philip. Han pasado cinco años. Philip se encuentra convaleciente en casa de su madre, una mujer profundamente amargada por la muerte de su hijo Ronnie. Inesperadamente reciben la visita de Melissa, la cual asegura estar embarazada de Ronnie, con quien «ha entrado en contacto» a través de una médium.
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