Ella vive sola con sus dos hijos de 9 y 5 años y por primera vez los lleva de vacaciones. Van a ver el mar en lo que debería ser una escapada festiva. Nada más normal. Sólo que no están de vacaciones y no tienen ni un céntimo. Sólo que es invierno y llueve continuamente. Sólo que los niños están desconcertados y quieren volver a casa. ¿Qué hacen pues en el hotel más miserable de una ciudad inhóspita? ¿Qué esperan de ese mar ingrato? ¿Por qué acechan los sueños de los demás? Todo se va resquebrajando mientras aparece el caos interior de una madre incapaz de enfrentarse a la realidad. De cualquier modo, mañana ya nada tendrá importancia.
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